lunes, 22 de agosto de 2011

Fundición, capitulo segundo

A esta entrada, la titulo fundición porqué no es más que un paso en la preparación de mi material para fundir metales un poco más serios que el peltre, pero quede claro que podria titularse tranquilamente "Ceramica", "barro" o "piromania". Pero al lio que me enrollo.

1- Disponiendo las piezas

Habiendo dejado secar los crisoles (y una buena cantidad de material adicional, en el que tambien participaron mi mujer y su hermana). Preparo un lecho de leña lo más plano posible en el interior de una barbacoa refractaria (que es lo que tenía a mano).

Es en esta fase que encontramos el primer contratiempo que se puede asociar a este método(la alfareria en general tiene este problema), alguna pieza ha hecho CRACK de manera audible, y podemos comprobar no sin cierto horror que es uno de los crisoles, destinados a soportar altas temperaturas el que ha tenido a bien


Cuando esta todo en su sitio, recubrimos el asunto de carbon de encina para rellenar al máximo los huecos y ponemos algunos troncos a modo de tope para que el "horno" que hemos montado sea estable. Luego procedemos al momento más glorioso de la jornada: FIRE.

Si, de paso aprovecho para estrenar el soplete, y al que me diga que lo más práctico para encender un fuego son las pastillas de barbacoa, le remitiré a la evidencia.

2- Control y paciencia

Esta parte no tiene demasiado que explicar, simplemente hay que ir recolocando carbon y leña para aprovechar al máximo y evitar que pierda fuerza el fuego.

Sin embargo, hay que destacar que es en esta fase donde podeis oir sonoros CRACKS procedentes de piezas que han tenido a bien atrapar burbujas de aire en su interior. Precisamente, la pieza que vemos que ha cedido la primera es uno de los crisoles destinados a aguantar altas temperaturas en el futuro, mi gozo en un pozo.


3- Sacando las piezas

Es una parte más delicada de lo que parece, ya que hay que ir con cuidado de no provocar un cambio repentino de temperatura. Para evitar eso, vamos sacando paulatinamente la brasa y la ceniza de las piezas más exteriores, y luego vamos depositando estas piezas cerca del fuego. Cuando esten suficientemente frias para poder tocarlas con los dedos y no sufrir quemaduras de tercer grado (y la arcilla tarda mucho en enfriar), con unas pinzas y cuidado las retiramos ya.


4- El resultado final

Una vez hemos sacado todo el material del fuego, comprobamos varias cosas:

Primero: Algunas piezas han quedado en parte o totalidad de color negro intenso, sobretodo en el interior de los recipientes que pusimos boca abajo. Esto es debido a que en la parte de cocción más intensa, en dichas zonas habia ausencia de oxigeno y la arcilla no oxidó a su color rojo natural.

Segundo: Algunas piezas han quedado en parte de un color "mierda de oca" como esta tarde hemos venido a denominar. Son piezas cocidas pero no en un punto óptimo, tenderán a ser algo más frágiles que otras, pero utilizables a fin de cuentas.

Tercero: Algunas piezas no se han terminado de cocer, debido a que el calor no ha sido en toda ella el suficiente (ver las piezas al principio, aquella dispuestas contra el ladrillo, no lo hagais...).

Cuarto: Apenas ha habido un par de roturas debido a cocción, y los crisoles han quedado estupendos (al menos sabemos que aguantan 900-1000ºC, lo que es un alivio). Lo bueno es que una de las roturas se puede aprovechar para ver la estructura interna en cuanto a distribución de desgrasante que debe tener un crisol.

Y aquí los crisoles propiamente dichos (podeis apreciar el efecto de cocción reductora, es decir, sin oxigeno, en las partes negras que han quedado).


5- Conclusiones

Mejor hubiera sido tener un buen agujero en la tierra para poder montar una hoguera, ya que el calor se hubiera mantenido mejor, podria ser posible simular esto levantando el nivel y volumen de la hoguera con algunos ladrillos refractarios en los bordes.

Es posible reconstruir y recrear procedimientos históricos de alfarería con muy poco material y a un precio ridículo, aparte de crisoles, podreis ver las piezas hechas por mi mujer y mi cuñada en esta foto junto con los crisoles ¡como podeis apreciar una cantidad de utensilios nada despreciable!


Y como bonus track, algo hecho específicamente para la recreación histórica (usable para casi cualquier época empezando por los ejemplares romanos ya identificados): Unos estupendos dados de los de toda la vida.


En la próxima entrada (spoiler alert) empezaremos a utilizar elementos tan esotéricos como el borax ¡hasta más ver!

PD: No añado bibliografía, es la misma que en la anterior entrada ;-)

1 comentario:

Dark the VampyrWülf dijo...

Lástima los fallos, pero hechando a perder se aprende.

Los crisoles una monada y me encantan las runas esas.

Hjolda!