domingo, 30 de agosto de 2009

Poniendo orden

Se acaba Agosto, llegamos al fin del verano y al principio de los coleccionables en fasciculos, con enormes cartones de regalo. Es el momento de poner orden en casa, y ya de paso, en la armeria propia.

Esta no es una entrada compleja, ni siquiera aporta esotericos conocimientos en esto de hacer armas y armaduras de epocas pasadas, pero no veas lo que desahoga en casa tener un fantastico armero, y poder fardar de armas en vez de tenerles en cualquier rincon de casa criando oxido (¡al estar a la vista enseguida se lo notas, avispado lector!)

Vease la magna obra:



Es tal cual se ve, un plafon de madera atornillado a la pared con un par de alcayatas alla donde queramos colgar una de nuestras armas. Siempre pueden ponerse alcayatas forjadas a mano, grabar la madera con complejas decoraciones y envejecer la madera. Eso lo dejo para gente con el tiempo, las ganas y el espacio suficientes.

jueves, 13 de agosto de 2009

El babero metalico (II): poniendo el metal en el babero

Despues de tan largas jornadas sin aportar nada nuevo, voy a dar un par explicaciones:

explicación 1: Cuando vas de culo vas de culo...

explicación 2: ademas son un poco perrete.

Pero vamos al tema!

1- Jugando a las chapas

Tomando las medidas al babero, y calculando donde va a ir el metal, conviene hacerse en papel un pequeño esquema de distribución. Siendo la mia un "coat of plates" primigenio, para poder lucirlo en pleno siglo XIII bago una loriga como esta mandado, las placas debian ser de buen tamaño. En mi caso 3 placas de altura por 3 de anchura (5 en la parte blanda del michelín).

Para no errar, lo mejor es hacerse una plantilla de papel con la forma y tamaño de una placa, para luego transportarla a la chapa. Hasta aquí facil, de verdad.

Luego "solo" hay que recortar chapa de 2 mm, pulir sus cantos, perforar 4 agujeros en cada una y listos para unir cuero y metal.

Y una vez más, de todo el proceso hasta aqui, en parte por el tiempo que hace que lo llevé a cabo, en parte por la emoción misma de llevarlo a cabo: NI UNA TRISTE FOTO (ni siquiera la plantilla de papel que escaneé antes que mi scanner pasara a ser un molesto pisapapeles king size).

2- Marcando

En esta parte debemos rendir pleitesia a cierta marca de liquido corrector, que hara nuestra vida más facil ¿Ha probado alguien marcar sobre algo teñido de negro? Pues eso.



Colocando las placas de metal en su disposición final, marcaremos a traves de los agujeros que lucen estas, para luego poder colocarlas una a una sin volverse loco.

3- Un poco de pintura ahorra mucho oxido

Este punto es bien breve, pero una imagen vale más que mil palabras.


Un poco de pintura en spray en el lado de la chapa que esta contra el cuero nos salvara de ponernos churretosos de oxido. Recordad que es una zona harto dificil de en su acceso y mantenimiento.

4- Fijando el metal

Desperataremos un poco de controversia en esta parte. Muchos me dirán que el metal contra el cuero queda mucho mejor remachado, y la verdad es que razón no les falta. La razón por la que mi "babero" va a ir cosido en vez de remachado responde a que es mucho más practico, rápido y no exige tanta resistencia al cuero (recordemos que es serraje, un remache y su arandela pueden cargarselo con más facilidad de la que uno pueda pensar). El otro motivo es el reciclaje, si algún dia esta pieza se rompe, poder reutilizar las placas con facilidad y unas tijeras para irlas soltando.


Por tanto, y sin más dilaciones, cosemos las placas en su sitio previamente marcado y listos.


En la proxima entrega del babero blindado, hablaremos de los correajes que son necesarios para fijarse semejante armatoste al cuerpo, y como narices ponerselo debajo de la loriga sin quedar enredado de forma irremediable en la misma.